Los extraños hábitos de los arquitectos más famosos

Los arquitectos más conocidos son fáciles de admirar o criticar desde lejos, pero al profundizar en sus hábitos cotidianos, nuestra percepción puede cambiar totalmente. Los hábitos que les presentaremos a continuación, correspondientes a una serie de arquitectos famosos, revelan partes de su proceso creativo, sus formas de relajarse, o simplemente partes de su identidad. Algunos son inspiradores y otros sorprendentes, pero todos entregan una pequeña idea de las cualidades mentales que se requieren para llegar a la cima de la profesión.

1. Jugar con un mismo juguete todo el día (Los Eames)

© Eames Office

Charles y Ray Eames fueron prolíficos en su trabajo, produciendo más de 900 diseños multidisciplinares. Musical Tower fue uno de ellos, una torre xilófono re-ajustable de 5 metros. En este caso, los nuevos miembros de su equipo debían pasar todo su primer día jugando con este juguete. Esta iniciación creativa era importante para los Eames, ya que creían que pasar un día escuchando y observando los experimentos musicales de alguien les proporcionaría información valiosa sobre su personalidad.

2. Beber mucho alcohol (Alvar Aalto)

Imagen vía Wikimedia (dominio público)

"El arte de la arquitectura no puede crearse en un entorno que parezca una oficina", dijo una vez Alvar Aalto. Llevando esto a los extremos, es sabido que Aalto era un ávido bebedor y que las borracheras en su oficina era algo muy común. Todo esto con un aire bohemio y artístico, no como una embriaguez improductiva. [1]

3. Nunca conseguir dormir bien durante la noche (Leonardo da Vinci, Buckminster Fuller, Frank Lloyd Wright y Louis Kahn)

En sentido de marcha del reloj: dominio público via Wikimedia; dominio público, fotógrafo Al Ravenna via Wikimedia; Wikimedia user Steve Yelvington, bajo licencia CC BY-SA 4.0; Robert C Lautman

Normalmente, los arquitectos se asocian con patrones de sueño inusuales. Leonardo da Vinci, Buckminster Fuller y Frank Lloyd Wright eran todos durmientes polifásicos, es decir, tomaban siestas cortas cada tres o cuatro horas en lugar de un largo sueño durante la noche, mientras que Louis Kahn pasaba sus horas de luz enseñando, dormía una siesta hasta las 10:30 pm, y luego comenzaba su trabajo en su oficina. [2]

4. Escalar una mítica montaña noruega todos los años (Snøhetta)

© Wikimedia user Bjoertvedt, bajo licencia CC BY-SA 3.0

Escalar una montaña noruega puede considerarse un ejercicio extraño para un estudio de arquitectura, a menos que su nombre sea Snøhetta. Para Snøhetta, cuya inspiración fundacional y su mismo nombre es una montaña donde habitan dioses nórdicos, tiene mucho sentido realizar un viaje anual de escalada. Sin embargo, el objetivo del viaje ha cambiado ya que la oficina ha crecido: "Usamos el tiempo para hablar de lo que estamos haciendo y hacia dónde queremos ir", comenta su co-fundador Craig Dykers. "Solíamos ir sólo por el bien de la escalada, pero ahora tiene que tener más sentido".

5. Amarse a sí misma (Zaha Hadid)

© Brigitte Lacombe

Hay muchas historias de Zaha Hadid que sugieren que la persona más importante en su vida era ella misma. Los ejemplos incluyen llegar muchas horas tarde a una sesión de fotos de Vogue en su propia casa o sólo amueblar su apartamento con objetos diseñados por ella misma. Aunque muchos de sus amigos íntimos dan fe de su buen corazón, esta actitud de amor a sí misma fue el centro de su filosofía testaruda; en sus propias palabras: "Nunca tomé un no por respuesta. Nunca me senté y dije pasen por sobre mí, está bien".

6. Amar al resto (Eileen Gray)

Imagen via Wikimedia (dominio público)

La inspiración detrás de los diseños de Eileen Gray a menudo fue gente que ella amó. El sello de esto fue quizás el malogrado E.1027, construido originalmente para su amor de ese entonces, Jean Badovici.

Incluso el nombre era un "código para un affair del corazón". La E era por Eileen, mientras los números correspondían a las letras en el alfabeto inglés para J, B y G, es decir, Jean, Badovici y Gray.

7. Tener sexo varias veces al día, incluso si tienes 80 años (Frank Lloyd Wright)

Imagen via Wikimedia (dominio público, fotógrafo Al Ravenna)

Se dice de Frank Lloyd Wright que tenía una "fuente inagotable de energía creativa" que le permitía mantener el hábito de comenzar a dibujar los proyectos para sus clientes solo unas horas antes que llegaran a la reunión. Su esposa también hablaba de una similar fuente inagotable, pero de energía sexual. Afirmaba que incluso a la edad de 85 años, podía tener sexo dos o tres veces al día. Incluso buscó ayuda médica y se le ofreció nitrato de potasio, pensado para disminuir el deseo sexual de una persona, pero al final decidió no hacerlo [2].

8. Observar a los usuarios de tu edificio (Denise Scott Brown)

© Robert Venturi

Cuando fue consultada sobre qué momento de su trabajo le generaba gozo, Denise Scott Brown admitió que era observar a la gente usando los espacios de sus edificios. Visitando el Perelman Quadrangle en la Universidad de Pennsylvania (2001), ella observó a unos 30 estudiantes sentados en los escalones "como abejas en una colmena", justo como ella lo imaginaba.

Vista por los estudiantes como una "anciana de falda" que no los conocía, simplemente vieron perplejos a Scott Brown y no podían entender por qué les sonría tan alegremente [3].

9. Estar tumbado tranquilamente en la oscuridad, sumido en sus pensamientos (I.M. Pei)

via http://blog.newx.com/

I.M. Pei ha comentado cómo a lo largo de su carrera ha llegado a depender menos del dibujo en papel, y más en dibujar en su mente. Para Pei, la mayoría de sus mejores pensamientos se hacen en la cama, de noche, y con luces apagados, algunas veces con un viaje al baño para garabatear ideas. Si no se ve tan bien en el papel como en su mente, vuelve a la cama para pensar algo más. Este proceso nocturno significó que fuera difícil incluso para él en distinguir las fuentes de sus ideas, las que llegaron a ser como sueños.

10. Disfrutar comidas monocromáticas (Luis Barragán)

© Flickr user esparta, bajo licencia CC BY-SA 2.0

Eres lo que comes, o así dicen. Para un arquitecto que defendió el color, no es sorprendente quizás que Luis Barragán fuera conocido por pedir comidas enteramente de color rosado, además de melones cortados por la mitad y rociados en jerez.

11. Manejar tu Porsche para desahogarte (Ricardo Scofidio)

© Wikimedia user Croquant, bajo licencia CC BY-SA 3.0

Todos tenemos formas para desahogarnos y para Ricardo Scofidio (Diller Scofidio + Renfro), incluye un vanilla Porsche de 1963. Además de tener un Saab 96, un Alfa Romeo 2000 GTV y un Jaguar XK150, Scofidio claramente es un fan de los automóviles, pero también le acredita la capacidad de despejar la mente.

Citas:

  1. Schildt, Göran. Alvar Aalto: his life. Jyväskylä : Alvar Aalto Museum, 2007.
  2. Currey, Mason. Daily Rituals - How Artists Work. New York: Random House, Inc., 2013.
  3. Tuite, Colleen. “Being Denise Scott Brown.” Lobby 4 (2016): 23-30.

Sobre este autor/a
Cita: Lam, Sharon. "Los extraños hábitos de los arquitectos más famosos" [The Strange Habits of Top Architects] 13 oct 2016. ArchDaily Perú. (Trad. Franco, José Tomás) Accedido el . <https://www.archdaily.pe/pe/797204/los-extranos-habitos-de-los-arquitectos-mas-famosos> ISSN 0719-8914

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