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Arquitectos: Base Urbana, Pessoa Arquitetos
- Área: 82000 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Pedro Vannucchi
Descripción enviada por el equipo del proyecto. DISEÑO URBANO
La reurbanización del área conocida como SAPÉ fue una iniciativa impulsada por la Secretaría Municipal de Vivienda de São Paulo. La acción implicó una mejora en las condiciones de habitabilidad de 2.500 familias que residían en viviendas precarias en el distrito de Río Pequeno. El concepto de diseño para la urbanización del Sapé buscó promover la sutura urbana, vinculando ambas orillas del curso de agua que atraviesa el sector mediante el diseño de nuevos espacios públicos. El estudio de las características físicas y sociales de la comunidad circundante evidenció una fuerte discontinuidad urbana con varios niveles de deterioro y precariedad. Así pues, el proyecto se convierte en un instrumento que promueve la inclusión en la medida en que sus acciones ofrecerían oportunidades para conectar y unir a las personas, permitiendo reuniones e intercambios sociales dentro de un nuevo espacio social urbanizado. A medida que los proyectos de infraestructura y vivienda se articulan con el diseño urbano (21), se crean espacios para mejorar la movilidad urbana, la calidad ambiental, la vivienda, la recreación y el trabajo, factores que aumentarán el sentido de pertenencia y cooperarán en la preservación y la mejora de la calidad de vida en la ciudad.
Los principales fines de la urbanización fueron: retirar a todas las familias en situación de riesgo (03), crear una infraestructura urbana adecuada para las viviendas existentes y construir nuevas viviendas en la zona. Comenzando por las zonas que se salvaron de las remociones obligatorias, se estudiaron posibles zonas de asentamiento alternativas que fueran adyacentes a los corredores verdes junto al curso de agua de Sapé (04). Con la reurbanización se crearon 3 áreas para nuevos edificios y se maximizó el espacio público, creando nuevos puntos de conexión para la comunidad del barrio y las escuelas (14/15).
El proyecto de drenaje para el curso de agua de Sapé adoptó como referencia el sistema ejecutado aguas arriba por la Secretaría del Medio Ambiente (SVMA). Para desarrollar la geometría de los tramos del canal se trató de respetar la topografía original del cauce, evitando modificar sustancialmente la altura o anchura del fondo, utilizando varios tramos hidráulicos (T, mixtos y rectos) (09), estrategia que permitió llevar visualmente la superficie del agua al nivel de las aceras. En ambas orillas se aprovecharon las zonas no edificadas para plantar árboles y crear un paseo verde longitudinal, con parques para la congregación de personas y la celebración de actividades recreativas (05). Debido al pequeño declive existente en todo el camino, se propuso la construcción de un carril para bicicletas en la orilla izquierda. El mismo se conectaría con otro carril que conduce a la Avenida Politécnica y a la Escuela Pública de Butantã, lo que permitiría una integración longitudinal a lo largo de los 1.800 metros del paseo.(08)
Se establecieron dos nuevos senderos transversales para mejorar la circulación peatonal y garantizar el acceso a las viviendas lindantes. A la vez, se construyeron varios puentes para facilitar los cruces a través del curso de agua.(13) Todas las carreteras interiores son combinadas, pavimentadas con bloques de hormigón y con aceras bajas -como en el caso del Woonerf inglés-, otorgando prioridad al tráfico peatonal y controlando la circulación de automóviles mediante elementos de diseño urbano y paisajístico.(11)
El proyecto proporciona una fuerte permeabilidad entre los espacios públicos, los espacios colectivos y los espacios privados. (12) En lugares de altas pendientes y donde se requería contención de los terrenos se construyó un parapeto bajo de hormigón (hasta 120 cm de altura), introduciendo un elemento físico que resuelve el problema pero que permite, a la vez, la articulación entre los espacios, evitando una segregación indebida. El muro en voladizo retiene los cimientos de los edificios existentes a lo largo del cauce del río y del paseo verde –donde se añadieron escaleras, rampas y jardines- y al mismo tiempo establece un límite con los nuevos edificios y condominios. Todas estas estrategias de diseño urbano e intervenciones a diferentes escalas ayudaron incluir los conceptos de movilidad y recreación tanto en los espacios públicos como en los edificios, los callejones y las pequeñas plazas. (07/16/17).
Un diagnóstico social preliminar puso en evidencia la precaria situación económica de la población de la zona. Por consiguiente, la acción urbana tuvo como objetivo complementario aprovechar las oportunidades para aportar beneficios en el campo económico-social. A tal efecto, el proyecto urbano contempló los múltiples usos de los espacios para crear zonas públicas a lo largo del paseo verde, logrando que los comercios existentes, los programas que ofrecen servicios, los nuevos espacios recreativos y el carril para bicicletas se integraran plenamente, ofreciendo nuevas oportunidades de ingresos y actuando como instrumentos urbanos de integración física y social. Incluso en los primeros períodos de las obras fue posible detectar que con sólo ampliar las aceras, estas nuevas oportunidades comenzaron a surgir naturalmente (18/19).
ESCALA EDILICIA
El proyecto arquitectónico de Sapé se basa en las dos consideraciones:
Unidades a construir: el proyecto prevé 7 diferentes tipos de unidades de vivienda: con 2 dormitorios, con 3 dormitorios, tipo dúplex y “unidades de acceso universal”, todas con una superficie entre los 50 y 46 metros cuadrados, además de unidades comerciales y de servicios (06/29). La cantidad de cada una de las tipologías de vivienda se determinó a partir de encuestas realizadas a las familias. El sistema constructivo apuntó a la optimización de los recursos, utilizando medidas estándar para ventanas y puertas, ubicando la fontanería hidráulica en paneles fijos, y organizando las plantas para permitir una adecuada ventilación cruzada. (28) Los corredores compartidos para la circulación potenciaron la convivencia en la planta baja y crearon nuevos espacios para el intercambio social entre las familias que habitan en los mismos niveles del edificio. (26/30)
De la ciudad al edificio: la independencia estructural de los edificios, las circulaciones horizontales y verticales y la definición de los volúmenes de construcción fue esencial para lograr una máxima flexibilidad en la implantación de los edificios. (22) Estos elementos permitieron que cada bloque se adaptara a su situación topográfica particular, relacionándose de manera específica con el entorno y la situación paisajística de su lote. (24/25) Al incorporar el paisaje en la arquitectura con un paseo verde entre los edificios, todos los espacios se integraron, contribuyendo a configurar una transición adecuada entre las zonas públicas y privadas. Siempre estuvo presente la preocupación por generar un acceso matizado a las viviendas ya sea directamente desde la calle o a través de un paseo verde. Para aplicar este concepto en la topografía real, los edificios se "incrustaron" en el terreno, creando unidades subterráneas directamente conectadas al paseo verde.