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Diseñadores de interior: Masquespacio
- Área: 200 m²
- Año: 2020
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Proveedores: Arkoslight, Grapes
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El diseño toma su inspiración inicial del sueño del chef Sergio Giraldo y él bartender Cristóbal Bouchet, de abrir su propio restaurante La Sastrería, con la ayuda del Grupo Gastroadictos. El objetivo del proyecto como en muchos proyectos de Masquespacio se definió muy claramente como el de cumplir con la ilusión de un grupo de jóvenes empresarios en búsqueda de ofrecer una nueva experiencia culinaria y sensorial en Valencia.
Situado en el barrio marítimo del Canyamelar - Cabanyal de Valencia, el restaurante diseñado por Masquespacio se divide en tres partes, con referencia principal a la comida de Sergio. Así en la primera parte podemos encontrar un bar que da protagonismo al barrio mismo no sólo a través del homenaje realizado a sus referencias arquitectónicas, sino también a sus vecinos y su forma de vivir. Así representa el acto conocido en Valencia como ‘Tomar la Fresca’ en el que los vecinos en los días más calurosos salen a la calle con sus sillas y se juntan con los vecinos para una tertulia.
Ana Hernández, directora creativa de Masquespacio: “Hemos buscado recrear esta costumbre de los vecinos del Canyamelar - Cabanyal en el interior, entre otros reinterpretando las sillas de plástico que suelen llevar a la calle.”
El diseño muestra patrones realizados con azulejos customizados y que reinterpretan las fachadas del barrio. Se ha dado además especial atención a la barra que parece una fachada en sí con sus ornamentos y figuras singulares. En el medio podemos ver como se centra la atención en la selección de licores que se utilizarán para los cócteles, especialidad de Cristóbal y La Sastrería. Cabe destacar que en en este espacio la cocina de Sergio tiene referencias al barrio mismo y a los productos de mar, siempre con un enfoque más tradicional reinventado.
Por otra parte, tenemos la segunda parte del restaurante en el que la comida de mar más singular de Sergio es muy claramente la protagonista del lugar. Así el diseño recrea una gran ola que crece hacia la cocina y se traduce en una escultura hecha de piezas de cerámica. Los suelos de cerámica artesana en blanco y azul nos hacen sentir la división entre la arena y el agua, mientras que las sillas diseñadas para el espacio hacen referencia a las barcas de pescar. Ana Hernández, directora creativa de Masquespacio: “Querríamos hacer un escenario enfocado en la cocina en la que todo el restaurante se sumerge en el mar, haciendo al visitante enfocarse en lo más importante del restaurante. Es pura fantasía como la comida de Sergio.”
Por último, detrás de la cocina los almacenes se convirtieron en una lonja, como si fuera la Lonja de Pescado. En cuanto a los materiales cabe destacar el uso de azulejos con impresiones hechas a medida y diseñadas por Masquespacio, mientras que en el restaurante se usaron azulejos artesanales de barro y cerámica.