Apartamentos Para Jóvenes, Escuela Infantil Y Parque En San Sebastián / Ignacio Quemada Arquitectos

Curado por ArchDaily

Arquitectos: Ignacio Quemada Arquitectos; Ignacio Quemada Arquitectos
Año: 2011
Fotografías:Alejo Bague

Descripción enviada por el equipo del proyecto. En julio de 2003, el Ayuntamiento de Donostia – San Sebastián convocó el “Concurso de ideas para la ordenación urbanística del ámbito formado por la Finca Montpellier y la Plaza Benta Berri”. La actuación debía incluir 50 apartamentos para jóvenes y una guardería.

La finca, una ladera con 26 metros de desnivel, estaba ocupada por la ruina del edificio del antiguo colegio de las Hermanas Franciscanas de Montpellier, rodeado por el que fue su jardín, en estado de total abandono. Como finca privada y tapiada, se fue convirtiendo en una isla en el tejido urbano, un obstáculo para la conexión entre las partes alta y baja del barrio, condición que se fue acentuando a medida que las actuaciones que se realizaban en sus bordes eran ajenas a la topografía al otro lado del cierre de la finca. De forma que al suprimir la tapia no se conseguiría continuidad, sino toparse con un sólido de formas caprichosas.

La incorporación de la finca al patrimonio municipal era la ocasión para invertir la situación, de manera que el jardín, convertido en parque público, se transformara en espacio de conexión, multiplicando además el papel urbano de la Plaza Benta Berri, entonces arrinconada entre el tráfico y la tapia de la finca. La incorporación de la finca al espacio público requirió actuar sobre todo su perímetro: se ensanchó y se prolongó el callejón Sansustene, se modificó el relieve de la finca para conectarlo con la ladera situada al Sur y otros puntos de acceso, etc. La plaza Benta Berri se amplió, conectándola con el parque mediante la rampa que enlaza la superficie de la plaza con el camino en zigzag que recorre el parque hasta el centro del mismo, desde donde continúan los recorridos hacia la prolongación de Sansustene, al norte, o hacia la escalera de subida a Aizkorri, al sureste. El trazado del parque es resultado de su nuevo papel como espacio de conexión.

Mientras el edificio del antiguo colegio ocupaba el centro de la finca, el nuevo se sitúa en un lateral, perpendicularmente a la posición del anterior, liberando el espacio central del parque. Un pasaje a través del edificio y una terraza por delante del mismo permiten la continuidad entre el parque y la ladera situada al sur.

Dispuesto según la línea de máxima pendiente, el edificio sirve para enlazar las zonas alta y baja de la finca, desde la calle Aizcorri a la cota +36, donde se asoma con solo dos plantas, hasta la cota +23, desde la cual una pasarela y un ascensor conectan con la plaza Benta Berri a la cota +10. Otro ascensor público incorporado al volumen del edificio, con acceso desde el pasaje, permite salvar todo el desnivel entre la plaza y Aizkorri. La guardería de 102 plazas ocupa la planta baja y el semisótano, y los apartamentos las cuatro plantas superiores. Los trasteros se sitúan en las zonas empotradas en la ladera.

Para suavizar su presencia hacia la plaza, el perfil del edificio se escalona. Para ello, las plantas se deslizan hacia atrás unas sobre otras, quedando los apartamentos, y en consecuencia sus huecos de fachada, dispuestos al tresbolillo. Fue esta geometría de los alzados la que dio pie a concebir cada hueco como una sola pieza prefabricada. Dispuestos los marcos de los huecos en su posición, sujetos a los forjados y a la hoja pesada de ladrillo de la fachada ventilada, los espacios entre estos se cubren después con el aislamiento y la hoja exterior de piezas de terracota, que se extiende a todo el edificio, incluidos los techos exteriores de vuelos y pasajes. Resulta así un sistema constructivo acorde con la composición plástica de las fachadas y el volumen del edificio.

Para dar forma a los huecos se ha elegido el sistema de recerco fabricado por Composites Jareño, que se construye de una sola pieza en configuración sándwich, con dos pieles de resina termoestable reforzada y un núcleo de espuma de poliuretano inyectado. Todo el edificio se resuelve con cuatro tipos de recerco, predominando el que da forma al hueco de cada apartamento, que incorpora también el vuelo del balcón.