Durante mucho tiempo, el exagerado movimiento edificatorio de nuestras ciudades ha conseguido que nos olvidemos de la arquitectura ya existente. Nos hemos equivocado en pensar que lo nuevo es siempre mejor, y que lo antiguo, es simplemente eso: antiguo. Pero hay q recordar que la arquitectura tiene la capacidad de adaptarse a todas las épocas, de viajar a través del tiempo. Es una observadora estática de los cambios dinámicos en generaciones y culturas; es una anciana que envejece sin perder su esencia y carácter.
Nosotros los arquitectos somos los encargados de adaptar, recuperar, a veces transformar, las viejas construcciones en nuevos edificios capaces de cubrir las necesidades que va marcando la sociedad. Como decía Le Corbusier "la arquitectura debe ser la expresión de nuestro tiempo y no un plagio de las culturas pasadas".
Para ello, tenemos múltiples mecanismos a utilizar, infinidad de estrategias basadas en la dualidad pasado-contemporáneo, herramientas actuales inspiradas en la tradición que hacen que seamos capaces de recuperar los edificios más olvidados:
- Restaurar es el mecanismo más joven. Consiste en limpiar la piel del edificio, devolverle el brillo. Su esqueleto se mantiene intacto, no se toca. Restaurar es un proceso delicado que debe ser ejecutado por especialistas en la materia, sobre todo en los edificios con una carga histórica importante o con gran valor patrimonial.
Múltiples actuaciones son válidas para definir las características de esta forma de recuperar un edificio: desde procesos más delicados y casi puramente artesanales hasta mecanismos basados en la simple eliminación de la materia incómoda.
La restauración de la muralla de Segovia, es un claro ejemplo que nos muestra que la limpieza de la capa más externa de este antiguo muro hizo que se rejuveneciera y volviera a relucir en todo su esplendor volviendo a brillar como seguramente lo hizo en épocas anteriores.
- Rehabilitar consiste en volver a habitar, en dotar a la construcción de nueva energía, de un nuevo uso, una nueva vida. Suele estar acompañado de otros procesos, ya que necesita volver a la vida activa y por tanto ha estado apagado durante un tiempo. Viollet le Duc decía que "la mejor forma de preservar un edificio es encontrar un uso para él".
La rehabilitación actual, además de devolver un uso al edificio (aunque no corresponda al de su origen) puede añadir algunas modificaciones en su fisionomía o volumen. Estos cambios suelen deberse a la adaptación de la construcción a su vida en el presente y, a veces, vienen acompañadas de una transformación más contemporánea de su imagen.
El estudio de arquitectura italiano es-arch recuperó la pequeña construcción de Isola, en Italia, generando una vida olvidada. El edificio volvió a existir, al igual que miles de ejemplos que tenemos a nuestro alrededor y que sin darnos cuenta se van reutilizando.
- Reconstruir es rehacer, construir de nuevo. Reconstruimos una estructura, un esqueleto que ha perdido partes de su cuerpo. Es importante mantener siempre presente su antigua fisonomía o procurar restablecerla lo más fielmente posible.
La polémica obra del Teatro Romano de Sagunto de los arquitectos Manuel Portaceli y Giorgio Grassi, emerge del pasado simulando lo que ya antes existió. Resurge un edificio que nació, vivió y desapareció dejando una simple huella marcada en nuestra historia. Vuelve a aparecer como un nuevo escenario que se ubica real en el presente.
Los edificios ya existentes tienen la particularidad de haber sido ejecutados con métodos constructivos marcados por su época de construcción. Esta singularidad hace que, a la hora de actuar en ellos, tengamos en cuenta multitud de factores y valores añadidos que no existen en otros procesos arquitectónicos. Será preciso estudiar estos métodos para unirlos con las nuevas tecnologías constructivas y así seguir manteniendo el objetivo de la dualidad pasado-contemporáneo.
Nuestras ciudades se están adaptando a un nuevo proceso. La ciudad ya no sólo se centra en desarrollos urbanísticos nuevos, si no que empieza a analizar las viejas estrategias y, a través de los métodos anteriormente descritos, está empezando a generar un nuevo desarrollo urbano basándose en la recuperación del pasado.
La esencia del “Re-“ constituye un avance en nuestro pensamiento, un rumbo nuevo al que se dirige nuestra sociedad y una nueva metodología de estudio que nos abrirá las puertas del conocimiento más delicado y complejo.
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