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Arquitectos: julian king architect
- Área: 1800 m²
- Año: 2024
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Fotografías:julian king architect
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Proveedores: Andersen Windows & Doors, Bear Glass, Corian, Fantini, Garapa, Hydrosystems, Marvin , Studco, Tadelakt, USAI, Vermont Wide Plank Flooring, custom millwork
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto consistía en la renovación de una casita en ruinas construida en 1926, que, en todos los sentidos, era una “casa demolida”.
Como muestra del estado de la casa, una enredadera había crecido hasta el sótano a través de un hueco entre los cimientos de bloques de hormigón y la placa de madera del alféizar, y prosperaba delante de una pequeña ventana. Era tan absurdo que fue el origen de una idea.
La casa se reconstruyó para convertirla en una casa de tres dormitorios y dos baños, con una nueva oficina/sala de juegos y una pared sur ampliada para compensar los metros cuadrados perdidos para un nuevo pasillo en la ampliación. Al quitarle los adornos coloniales holandeses y los falsos aleros y devolverle a la estructura su forma cuadrada pura de frontón, inspirándose en la historia de la zona, antiguamente toda tierra de cultivo, se revistió con un revestimiento de madera de granero recuperada, en contraste con una “nueva” adición escultórica, generada por los árboles circundantes, que se enroscan alrededor de los grandes pinos adyacentes, lo que aparentemente hace que su costado sobresalga debajo del dosel de los árboles, creando un espacio entre lo “viejo” y lo “nuevo”.
Se sale de la antigua casa sobre un piso de vidrio, hacia este espacio con claraboya, concebido como una versión del engawa japonés, ni adentro ni afuera, donde los árboles crecen de jardineras ocultas, como esa enredadera obstinada en el sótano. Al ingresar al nuevo dormitorio, uno se sumerge en los árboles circundantes bajo un tragaluz curvo expansivo cuya forma refleja sus ramas curvas.
Al final, aborda cuestiones que surgen al renovar y ampliar una casa antigua (¿qué es nuevo y qué es viejo?), y al yuxtaponer una ampliación que encarna las ideas contemporáneas de vivir con la naturaleza (los árboles y el cielo circundantes se entrelazan inexorablemente con el diseño), junto con una imagen casi arquetípica del viejo paradigma (una estructura cuadrada con frontón [las proporciones de un granero de maíz]) de nosotros contra los elementos, revela verdades superpuestas. Lo viejo vuelve a ser nuevo, por así decirlo.
