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Arquitectos: 0studio Arquitectura
- Área: 496 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Rafael Palacios
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Proveedores: Adobe, AutoDesk, Cesantoni, Stanza

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Casa DLCA explora la esencia de la arquitectura contemporánea mexicana a través de una combinación deliberada de contrastes matéricos, claridad espacial y sensibilidad contextual. Con 496 m² distribuidos en tres niveles, la residencia se orienta de norte a sur para optimizar las condiciones climáticas de la región, estableciendo un lenguaje arquitectónico contenido y funcional.


El exterior se define como un monolito de concreto, cuya presencia rotunda se suaviza con el revestimiento de madera cálida en la planta baja. Este contraste matérico crea una composición estratificada que distingue las áreas programáticas al tiempo que enfatiza el diseño ortogonal, con planos verticales y horizontales cuidadosamente articulados en la fachada y los interiores.


En el centro de la vivienda se encuentra un patio interior de triple altura, que actúa como ancla espacial y funcional del proyecto. Este vacío arquitectónico permite la entrada de luz y ventilación natural al núcleo de la casa, distribuyéndose de manera uniforme hacia los espacios adyacentes. La luz, a su vez, resalta las texturas de los acabados y transforma la percepción de los interiores a lo largo del día.



La circulación vertical, concentrada en un núcleo único, incorpora un árbol como elemento focal. Este gesto natural introduce suavidad y una conexión con el exterior, contrastando con la austeridad geométrica y aportando un punto de equilibrio dentro del diseño.

En el interior, la paleta de materiales prioriza la calidez y la textura. La madera domina los revestimientos y genera continuidad visual, mientras que el estuco verde aporta un contraste sutil pero contundente que conecta el diseño interior con el entorno paisajístico. Este lenguaje matérico es aplicado con moderación y precisión, reforzando la organización espacial y el diálogo con la luz.

La planta baja, destinada al programa público, se organiza como un espacio abierto y fluido. Los muros divisores se eliminan, y el mobiliario cumple la función de delimitar las áreas sin interrumpir la continuidad visual. Grandes ventanales de piso a techo desdibujan los límites entre el interior y el exterior, permitiendo que el patio y el jardín se integren como extensiones naturales de los espacios habitables.

El recorrido a través de la casa está guiado por ejes visuales y remates que enmarcan elementos como el jardín, el patio interior o composiciones de luz y sombra. Estas perspectivas enriquecen la experiencia espacial y logran un equilibrio entre apertura y privacidad.
