Alberto Kalach: '¡Imagina que todos los techos de nuestra ciudad fueran verdes!'

El mes pasado realicé un viaje a la Ciudad de México, donde tuve la oportunidad de reunirme con media docena de los arquitectos y críticos mexicanos más importantes, entre ellos Tatiana Bilbao, Victor Legorreta, Mauricio Rocha, Michel Rojkind y más (muchos de los cuales aparecerán en las próximas ediciones de City of Ideas). Les hice diversas preguntas, pero dos fueron consistentes: "¿quién consideras que es el mejor arquitecto en México en este momento?" y "¿cuál es tu edificio favorito construido en la capital en la última década?" Todos mis entrevistados apuntaron a Alberto Kalach (nacido en 1960) y su Biblioteca Vasconcelos (2007). Mi conversación con Kalach se llevó a cabo el día después de visitar la biblioteca, en el techo de uno de sus edificios icónicos, Torre 41, con vista al Bosque de Chapultepec. Hablamos de libros, bibliotecas y su idea de los edificios como inventos.

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Biblioteca Vasconcelos. Imagen © Yoshihiro Koitani

Vladimir Belogolovsky: Alguna vez dijiste que las "construcciones verbales sobre arquitectura son aburridas" y que "la arquitectura debe leerse en dibujos." ¿No crees que la arquitectura deba conversarse o explicarse, si no a otros, entonces por lo menos a ti mismo? 

Alberto Kalach: ¿En verdad dije eso? Por supuesto que me gusta hablar sobre la arquitectura. Amo como Victor Hugo habla sobre la arquitectura gótica de Notre-Dame en París o las maravillosas historias de Scheherazade en Las Mil y Una Noches. Pero no me gusta cómo hablan los arquitectos sobre la arquitectura. No me parece muy emocionante. Sin embargo amo la arquitectura en la literatura de Jorge Luis Borges, Umberto Eco, y muchos más. 

Torre 41. Imagen © Yoshihiro Koitani

VB: Este edificio, Torre 41, donde se encuentra tu estudio, es muy inusual, ya que es el más alto de la colonia. Pero una vez que entras, no sientes que estás dentro de un edificio; es un jardín en la planta bajo, otro en el techo, y siete espacios amplios de doble altura entre medio, cada uno con vista a la ciudad y al parque. Entiendo que tú eres dueño de este terreno y propusiste a un desarrollador construir una torre comercial aquí. 

AK: Sí. Ocupamos un piso y varias otras empresas como un arquitecto, editor y una aseguradora tienen un piso cada quien. La huella del edificio es muy pequeña. Tenía todo el sentido tener un jardín en lugar de el típico lobby cerrado porque para cuando el espacio había sido distribuido en elevador, escaleras, circulación, y estacionamiento subterráneo, no quedaba mucho para renta. Hubiera sido muy codicioso intentar encontrar unos cuantos metros para rentar. Entonces en la planta baja solo tenemos un jardín y una pequeña área de recepción. El roof garden está abierto a todos. ¡Imagina que todos los techos de nuestra ciudad fueran verdes!

Biblioteca Vasconcelos. Imagen © Yoshihiro Koitani

VB: Tu Biblioteca Vasconcelos es un microcosmos fantástico. El edificio, que apenas cumplió una década, tiene el poder de oscurecer el tiempo; te lleva simultáneamente al pasado y al futuro – solo en el futuro pueden haber espacios tan generosos y llenos de luz – y al pasado porque los elementos estructurales del edificio evocan las maravillas de la ingeniería tales como se ven en el Puente Brooklyn o la Torre Eiffel.

AK: Se podría decir que sí. Te refieres a las estructuras de tensión del techo del edificio. 

VB: Este edificio es el resultado de un concurso y dijiste que como concursante tienes que hacer una declaración que atrape la atención del jurado. Mencionaste que la idea era crear un espacio de galería donde uno pudiera ver todos los libros, todo el conocimiento al mismo tiempo. ¿Podrías hablar sobre el concepto principal? ¿Qué modelos tenías en mente? 

AK: La arquitectura se compone de diversos tipos de edificios, como torres, museos o casas. Una biblioteca es un tipo. Se han construido muchas bibliotecas icónicas a lo largo de la historia. Desde que yo era estudiante, una biblioteca era un proyecto de sueño para mí, y si analizas las bibliotecas construidas o imaginadas del pasado, verás dos tipos básicos. Un tipo es el laberinto, como el laberinto complejo de cuartos hexagonales descrito en La biblioteca de Babel de Jorge Luis Borges. Es una biblioteca en la que te puedes perder por completo. Y el segundo tipo es el modelo del siglo XVIII de la Ilustración propuesto por Boullée como un espacio vasto con un sinfín de libros que contienen todo el conocimiento. Para ser honesto, el tipo de biblioteca de Borges me es más atractiva, pero queríamos ganar el concurso, y por ese motivo, un edificio público tiene que ser transparente y lleno de luz.

Biblioteca Vasconcelos. Imagen © Yoshihiro Koitani

VB: En otras palabras, querías utilizar ambos modelos. 

AK: Claro. Entonces, el edificio que propusimos tendría que tener un solo espacio. Utilizamos la imagen de la nave abovedada de Boullée para crear un único espacio del edificio y utilizamos los libreros mismos para crear diversas atmósferas alrededor del camino del usuario dentro de ese espacio vasto. 

VB: Hablemos de tus fuentes de inspiración y de dónde vienen  – arte, arquitectura; ¿qué más?

AK: Bueno, al principio no hay inspiraciones. Inicialmente, hay una respuesta a un problema específico. ¿Cómo acomodas un programa particular con todos los espacios requerido? ¿Cómo unes a los espacios con el programa y con el sitio? ¿Cómo lo logras dentro del presupuesto establecido? 

Reforma 27. Imagen © Yoshihiro Koitani

VB: ¿Y esperas que yo crea eso? ¿Qué hay de una idea que viene de un arquitecto antes de que todas esas cuestiones pragmáticas entren en juego? Regresemos a este edificio. No comenzó con un programa o presupuesto, nada de eso. Vino de ti  – tú tenías la visión de una torre y, solo después de eso, comenzaste a buscar un desarrollador o cliente potencial. 

AK: Pero este edificio también comenzó con un programa. 

VB: Acabas de decir que el programa puede ser cualquier cosa. Cada piso es un espacio abierto. 

AK: Sabes, la arquitectura se relaciona al mundo pragmático. 

VB: ¡Pero no son cuestiones pragmáticas las que llevan a la arquitectura, y tú eres el mejor arquitecto del país! Todos me dijeron eso. Sabes, he estado entrevistando a arquitectos durante los últimos 15 años y nunca solíamos hablar de lo pragmático. Desde la crisis económica de 2008 y la nueva agenda de los críticos de criticar cualquier cosa que pudiera ser interpretada como individualista o artística, tengo que invertir una hora en hablar sobre lo pragmático antes de que me cuenten lo que realmente piensan. 

AK: Pero es verdad, la arquitectura siempre viene de necesidades humanas particulares... Bueno, si concibes una columna que simula una palmera, eso es otra historia. Claro, la arquitectura puede tomar inspiración de una pintura, una historia, una película, y más. 

Torre 41. Imagen © Yoshihiro Koitani

VB: Entonces ¿cuáles son las fuentes de inspiración detrás de este edificio, la Torre 41?

AK: ¡De necesidades reales! Antes tenía mi estudio en este terreno, del cual soy dueño, y en ese tiempo no tenía trabajo. Pensé – si rento este espacio, lo único que podría sacar serían $2,000 USD al mes. Eso no es suficiente para vivir. Entonces investigué la altura máxima que podía construirse ahí, que son ocho pisos, y decidí proponer un proyecto que podría atraer a otros negocios. Obviamente quería trabajar sobre un buen proyecto, pero en ese punto, no había ninguna inspiración aparte de introducir jardines en la planta baja y alta, y abrir la vista al parque, que está directamente al norte, y abrir al sur, para tener sol en el invierno. Cerrar los muros del este y oeste para volverlos parte de la estructura, usar diagonales por los requerimientos sísmicos, y aquí tienes una torre, que es una expresión de su sitio y estructura. 

Torre 41. Imagen © Yoshihiro Koitani

VB: Dijiste que no hay una única manera de hacer arquitectura; hay muchas. ¿Cuál es tu manera? ¿Cuál es la intención de tu trabajo? 

AK: Bueno, no me gusta trabajar mucho, entonces trato de resolver el problema de una manera fácil y directa [risas]. 

VB: Vamos hacia atrás un momento. ¿Honestamente crees que tu biblioteca es una manera directa de resolver un problema? Para mí, tu espacio es increíblemente complejo. 

AK: Como resultado, sí. Pero conceptualmente y estructuralmente no es complejo. Si haces unas secciones del edificio en prácticamente cualquier punto, son casi idénticas. Hay mucha repetición ahí con ciertos elementos que han sido agregados o sustraídos. Es una complejidad aparente. Pero no se acerca nada a las obras complejas de Carlo Scarpa o Frank Gehry. Igual, me gustan las diversas aproximaciones a la arquitectura. Supongo que debería de haber tantas arquitecturas como arquitectos diferentes. Así como cada persona tiene una cara diferente, cada arquitecto debería de tener diferentes maneras de hacer arquitectura. Es algo agradable tener muchas expresiones diferentes.

Plano de la Biblioteca Vasconcelos. Imagen Cortesía de Alberto Kalach

VB: Creo que esa es la intención de todo arquitecto – encontrar su propia expresión o voz. ¿Cuál es tu intención? 

AK: La distinción no es mi intención, para nada. No creo que los arquitectos deberían estar preocupados por tener diferentes estilos, así como las personas no se preocupan por tener caras diferentes. Tienes la cara que tienes y haces las cosas de la manera que las haces. La arquitectura debería tratarse de expresar estructura. Cuando visitas ruinas, lo que queda es la estructura; el resto ya no está. Me atrae mucho esa parte de la arquitectura. Y gracias a nuestro clima no tenemos que preocuparnos por la insulación, y tampoco me preocupo por la decoración. Me gusta dejar mis edificios sin decoración. Siempre me gusta mostrar cómo fueron construidos. Nada está escondido. Así puedes aprender mucho acerca de los edificios. 

Galería Kurimanzutto. Imagen © Pedro Rosenbleuth

VB: ¿Hay preocupaciones en particular que te gustaría compartir?

AK: Me preocupan los proyectos de vivienda. Carlos Zedillo (Director de Desarrollo Sostenible del INFONAVIT) dijo algo fantástico. Dijo que el 80 por ciento de la construcción es vivienda; si resolvemos solamente este tipo de edificios, cambiaremos la apariencia de nuestras ciudades. La pregunta entonces es – ¿cómo hacemos que la vivienda social sea atractiva? 

Reforma 27. Imagen Cortesía de Alberto Kalach

VB: Luis Barragán dijo, "Deberías diseñar las casas como jardines y los jardines como casas." Y leí que después de que construiste tu propia casa te diste cuenta que querías ser jardinero. ¿Podrías contarme más?

AK: Fue una exageración... recuerdo haber pasado meses construyendo una casa y una vez que llegaron las plantas todo cambió. Fue extraordinario. Los arquitectos deberían darle la misma importancia al contexto que a los edificios. Un jardín debería pensarse como la extensión de una casa. Los jardines mejoran la arquitectura; siguen creciendo y extienden la vida de los edificios. Eso me gusta. 

Jardín de la Biblioteca Vasconcelos. Imagen Cortesía de Alberto Kalach

VB: Escuché que visitas la última casa de Barragán, Casa Gilardi, seguido. ¿Qué tan importante es esa casa para ti?

AK: Es verdad. Esa casa es importante y Barragán es muy importante para mí. Él estaba muy consciente de las cosas que se habían olvidado en la arquitectura. Y es entendible que fueran olvidadas porque la corriente del pensamiento arquitectónico en Europa se trataba de cómo reconstruir Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Se preocupaban por construir vivienda social. Le Corbusier dijo "Una casa es una máquina para vivir." Y luego estaba este tipo, un aristócrata provincial de Guadalajara, que le interesaba la obra del diseñador de jardines Ferdinand Bac. Él estaba escribiendo bellas historias; era amigo de artistas. Estaba en otro mundo. Pero nos recordó de las cualidades misteriosas de la arquitectura, y que la arquitectura puede tratarse de ciertos sentimientos como el silencio, la serenidad, la intimidad...

Reforma 27. Imagen © Yoshihiro Koitani

VB: ¿Recuerdas cómo descubriste su trabajo? 

AK: Vi su trabajo publicado en el catálogo de su exposición en MoMA curada por Emilio Ambasz a mediados de los setentas. He comprado ese delgado libro por lo menos diez veces; cada vez que alguien lo toma "prestado", tengo que comprar uno nuevo [risas].

VB: MoMA montó The Architecture of Luis Barragán en 1976. Cuando le pregunté a Ambasz cómo descubrió a Barragán, ya que su catálogo fue el primer libro sobre la obra de Barragán, dijo que había publicaciones sobre su obra en revistas locales. Entonces es curioso que tú hayas descubierto su obra a través de un libro publicado a partir de su exposición en Nueva York. ¿Realmente era desconocido antes de esa exposición?

AK: No era tan desconocido, pero no se tomaba en serio. Los arquitectos aquí en México decían que le interesaba la escenografía, no la arquitectura. Esa exposición lo dio a conocer. Ambasz lo descubrió. La opinión pública de su obra cambió inmediatamente. 

Torre 41. Imagen © Yoshihiro Koitani

VB: En una de tus entrevistas dices algo muy interesante: "Creo que una vez que los edificios pasan una cierta escala y volumen, tienden a ser más autónomos, menos integrados a su paisaje. El edificio se vuelve una invención absoluta. Las mejores ideas en la arquitectura son aquellas que rompen su contexto." ¿Podrías contarme más acerca de esta idea de la arquitectura como una invención? 

AK: Sí dije eso. Supongo que una invención es un estado mental. Hay edificios y hay invenciones. La Casa en la Cascada es una invención. El Guggenheim es una invención. Ronchamp es una invención. Crown Hall de Mies es una invención.

VB: Tu biblioteca es una invención. 

AK: Mi biblioteca es una invención. Sí, a veces puedes inventar cosas [risas]. 

Biblioteca Vasconcelos. Imagen © Yoshihiro Koitani

Vladimir Belogolovsky se graduó de la Cooper Union School of Architecture en 1996 y trabajó como arquitecto hasta formar Curatorial Project en 2008 en la Ciudad de Nueva York, enfocado en curar y diseñar exposiciones de arquitectura alrededor del mundo. Desde 2002, ha entrevistado a más de 250 arquitectos reconocidos internacionalmente para numerosas publicaciones y dos libros –Conversations with Architects: In the Age of Celebrity (DOM Publishers, 2015) y Conversations with Peter Eisenman: The Evolution of Architectural Style (DOM Publishers, 2016). Entre sus demás libros se encuentran Harry Seidler: The Exhibition (Oscar Riera Ojeda Publishers, 2017); Harry Seidler: Lifework (Rizzoli, 2014); y Soviet Modernism 1955-1985 (Tatlin, 2010). Entre sus numerosas exposiciones están: Harry Seidler: Painting Toward Architecture (Tour Mundial, desde 2012); Emilio Ambasz: Architecture Toward Nature (Tour Mundial, since 2017); Colombia Transformed (Tour Americano, 2012-15); New York: Grid City (Bienal de Arquitectura de Moscú, 2014); GreenHouse (Central Exhibition Hall Manezh, Moscú, 2009); y Chess Game (Pabellón Ruso en la décimo primera Bienal de Arquitectura de Venecia, 2008). El curador ha impartido conferencias en universidades y museos en más de 30 países.

La columna de Belogolovsky, City of Ideas, presenta a los lectores de ArchDaily sus últimas conversaciones con los más innovadores arquitectos de alrededor del mundo.

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Sobre este autor/a
Cita: Belogolovsky, Vladimir. "Alberto Kalach: '¡Imagina que todos los techos de nuestra ciudad fueran verdes!'" [Alberto Kalach: “Imagine if All Rooftops in Our City Were Green!”] 11 ago 2017. ArchDaily Perú. (Trad. Zatarain, Karina) Accedido el . <https://www.archdaily.pe/pe/877579/alberto-kalach-imagina-que-todos-los-techos-de-nuestra-ciudad-fueran-verdes> ISSN 0719-8914

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