
Actualmente, la capacidad de adaptación que poseen los profesionales de Brasil en el campo de la arquitectura es indiscutible. Enfrentándose a diversas crisis -las cuales han dificultado la ejecución de obras en los últimos años- e inmersos en una estructura que sistemáticamente devalúa la disciplina, los profesionales y los proyectos, es sorprendente como la producción del país se continúa caracterizando por una alta calidad y una gran diversidad.