
En 1929 Ludwig Mies van der Rohe y Lilly Reich proyectan el pabellón nacional de Alemania para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. Se lleva a cabo en él la recepción oficial de la exposición, presidida por el rey Alfonso XIII junto a las autoridades alemanas. A partir de allí, la historia es bastante conocida por todos. Obra simbólica del Movimiento Moderno, el pabellón ha sido estudiado e interpretado exhaustivamente, al tiempo que ha inspirado la obra de varias generaciones de arquitectos.