Según el censo del 2007, el último del que conocemos resultados, cerca del 50% de la población limeña vive en barrios urbano marginales (BUM) [1], los cuales se definen como aquellos núcleos urbanos que presentan niveles de pobreza monetaria, y carecen de servicios de infraestructura y equipamiento (MVCS 2012) [2]. Si bien el gran crecimiento de este tipo de desarrollos se dio entre 1985 y 1995, a la fecha no ha cesado la invasión de tierras del estado, significando, en su conjunto, uno de los principales problemas urbanos y sociales a resolver en nuestras ciudades.
Esta última categoría agrupa una serie de edificios privados que se caracterizan por mantener una escala adecuada a sus contextos urbanos, transformándose en buenos ejemplos de una arquitectura que permite la habitación conjunta de varias familias en un mismo terreno, pero manteniendo una baja densidad general. Su baja altura, además, se ve acompañada por sugerentes operaciones en sus fachadas y recintos interiores, insinuando una búsqueda consciente por generar buenos espacios de vida para sus habitantes.
Atentos, un concurso que plantea (y cuestiona) tres ejes muy importantes de la realidad arquitectónica peruana. Por un lado, habla de la integración de los arquitectos como ciudadanos, cuyo rol social es indispensable. Asimismo, en la misma línea, plantea visibilizar a los sectores olvidados de la ciudad (y sus habitantes) para intervenir en ellos –con ellos– uniendo fuerzas entre profesionales (conocimiento/experiencia) y familias (ideas/necesidades). Y por último, la no menos importante problemática, sino gran acertijo: la vivienda social, precaria y ausente en nuestro país, cuyas oportunidades de relación al espacio público están ahí latentes. Tras esta unión de visiones, hay un mensaje muy sensible, y es ampliar nuestra visión a asuntos realmente fundamentales que atender desde la arquitectura, en pro de tener ciudades visibles.
Aunque son fotografías contemporáneas amateur, no nos quedemos con la simple vista, miremos más allá. Estos “falsos cerros” esconden huacas que –hayan sido centros ceremoniales, complejos administrativos o depósitos de alimentos– nos dejan como mensaje ese develar de capa tras capa, donde se van descubriendo distintas etapas de la historia y las formas de vida de nuestros antepasados prehispánicos, brindando una forma de asombrarnos al ver debajo de las superposiciones del tiempo. Las huacas nos enseñan a ver con mayor amplitud y perspectiva.
¿A dónde creen que van estos niños corriendo con la maqueta? A primera vista, es surreal esta imagen; el objeto parece un fotomontaje allí, pero es real. La maqueta va rumbo a una nueva vida, a ser una casa voladora o un barco balsa… el juguete favorito en la mejor de sus suertes.
“Creemos que estos son espacios que permiten enriquecer y nutrir a los profesionales, con enfoques y herramientas que expertos de otras disciplinas tienen por ofrecer, y que luego pueden ser aplicados en los proyectos y emprendimientos personales o profesionales que cada uno tenga”.
Seguimos con el ciclo de talleres organizado por Construye Identidad. Aquí les traemos la información del siguiente taller que se llevará a cabo este sábado 2 de diciembre, el cual busca “nutrir a los arquitectos y estudiantes de arquitectura con nuevas miradas e instrumentos que les permitan entender mejor el contexto espacial y social del grupo humano para el cual proyectan sus diseños arquitectónicos o urbanísticos”. En esta ocasión se trata de integrar el arte a los procesos de trabajo en equipo, y a la vida en general.
Cuando anunciamos hace unos meses la convocatoria a este concurso, surgió esperanza y expectativa sobre los resultados que se obtendrían de un planteamiento tan crítico y necesario para nuestra realidad. Lima, fundada alrededor del río Rímac, su fuente de vida; hoy le da la espalda, y hasta sus residuos. “Su ribera es un espacio desolado, contaminado, y vulnerable”, denunciaron las premisas a resolver. Especialmente este año 2017, los huaycos evidenciaron la urgencia de reforzar sus bordes y con todo lo sucedido, el olvidado “río hablador” reclama su lugar.
Lima. Barriadas y crecimiento informal. Vía Flick, Usuario Mariano Mantel / CC BY-NC 2.0. Image Cortesía de Aldo Facho Dede
Hace algunas semanas vimos desplomarse edificios en la ciudad de Morelos en México, producto de un sismo de grado 7,1. Esa desgracia nos hizo recordar que somos igualmente vulnerables ante este tipo de desastres, y por unos días la prensa buscó en el COEN, INDECI y cuanto experto podía encontrar información sobre la posibilidad de un evento similar en nuestro país, y cómo afectaría nuestras urbes.
Como era de esperar, se puso en evidencia la gran vulnerabilidad de las ciudades de la costa, en especial Lima, y no tanto por la calidad del suelo, sino por el abrumador porcentaje de viviendas construidas sin ningún tipo de intermediación profesional, y por ende carentes de un diseño sismo resistente que aporte seguridad a sus habitantes.
En la arquitectura clásica se intentó siempre tener presente los preceptos platónicos sobre ‘lo bueno, lo bello y lo verdadero’. La belleza, el bien y la verdad eran conceptos inseparables. Lo bello era estética y funcionalmente bello, y lo funcionalmente bello era bueno. Lo verdadero era el conocimiento de la realidad, y el conocimiento, inherentemente, era bueno y bello. Hacer arquitectura bella implicaba hacerla buena y verdadera. La belleza en la arquitectura, entonces, no solo era valorada a través de criterios estéticos, sino también a través de la moral. Y la moral, subjetiva y cambiante según las sociedades y los tiempos, siempre ha sido establecida por las personas. Aquellas quienes determinaban qué era lo bueno definían también los cánones de belleza, imponiendo, de alguna manera, una verdad.
¿Existe lo bello en la arquitectura limeña? Después de ver la foto que encabeza este ensayo podríamos concluir que evidentemente no existe. Pero seguro dirán que no se puede generalizar, que una sola muestra no representa la totalidad de la “bella” arquitectura limeña. Probablemente Ud. lector esté en lo correcto, pero vamos, seamos sinceros, en Lima existe la industria de la construcción, existen las inmobiliarias y las construcciones informales. Pero más allá de eso, no hay mucho con que sentirse maravillado por el hermoso juego de los volúmenes bajo la luz, como afirmó alguna vez Le Corbusier es la arquitectura. Aunque todos sabemos que la luz en Lima no nos favorece.
Este fin de semana es diferente para los estudiantes de arquitectura limeños. Salvo que tengas alguna entrega de vida o muerte, no hay excusa para que te pierdas de este evento: el “I Encuentro de Estudiantes de Arquitectura de Lima”. Así es, por primera vez se realiza un encuentro de estudiantes de diferentes universidades reunidos en un mismo lugar con un mismo fin. Podemos ser de diferentes escuelas, distintas formas de pensar, pero todos nos formamos como arquitectos por el bien común al servicio de mejorar nuestras ciudades. Definitivamente, la presencia de distintas casas de estudio enriquecerá este encuentro y nos reintegrará como sociedad. El ingreso es libre, las inscripciones están abiertas, ¡participa!
Organizado por la UDEAL -quienes merecen un artículo aparte para presentarlos-, en pocas palabras, son una especie de movimiento revolucionario de estudiantes de arquitectura que a través de distintas plataformas sacuden conciencias, llevando reflexiones académicas a las calles, y viceversa; nutriéndose además de las mismas necesidades de la ciudad de Lima. Pues es precisamente ese el motor que los impulsa en cada una de las actividades que promueven para lograr cambios reales.
Finalmente las huacas trascenderán más allá de los límites mentales y físicos. “En Reserva”, proyecto liderado por la arquitecta Marianela Castro De la Borda, ha sido elegido para representar al pabellón peruano en Venecia el próximo año. Con una propuesta de un tejido que entrelaza 447 nudos -447 huacas-, enfatizando así el significado integrador de estos antiguos centros ceremoniales como puntos de encuentro, regenerando tensiones entre espacio y tiempo. Extensa carga poética que nos recuerda a los nudos infinitos del artista peruano Jorge Eduardo Eielson y sus reinterpretaciones de los quipus, sistema de nudos incaico utilizado para contar y preservar información.
Monumentos arquitectónicos, hitos históricos, rincones olvidados, tierras de nadie; sean entendidos como cuerpos llenos o vacíos, resulta ser toda una reflexión liberadora del espacio. Las huacas renacen a su esencia y potencial de un importante espacio público que interconecta memorias de la ciudad, como respuesta reflexiva a un tema de visión crítica planteado para la Muestra Internacional de Arquitectura 16 de la Bienal de Venecia 2018: “Un espacio libre que describa generosidad de espíritu como sentido de humanidady que revele la capacidad de la arquitectura de conectar con la historia, el tiempo, el lugar y la gente”.
“No nos interesa hacer muchos proyectos, nos interesa hacerlos con tiempo”.
La arquitecta japonesa Kazuyo Sejima -socia fundadora de SANAA, ganadora del Premio Pritzker 2010 y creadora de una sólida trayectoria profesional en varios países del mundo- dictará una charla magistral en Lima el 16 de octubre donde expondrá su "sencillez y escala de lo necesario", como parte del Seminario Internacional "Alteridades. Visiones de la Arquitectura Hoy", organizado por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la PUCP con motivo del Centenario de la universidad. Asimismo, se presentarán Billie Tsien y Stan Allen, entre otros arquitectos internacionales que forman parte de este evento.
La colorida señora, al terminar de escribir el menú del día en su pizarra, dice: -¡Rico!...todo el mundo tiene que venir a ver qué cosa, qué sorpresa hay…entonces, puedo conversar con esa persona; porque si yo le pongo todo, saben cuál es el segundo…y no hay diálogo. Puntualiza, muy segura de su punto de vista y su forma de pensar. Inmediatamente, con mirada sabionda y tono de voz burlesco, agrega mientras se va riendo: -¡Esto es un comedor! Aclamando al sentido olvidado del comedor como espacio de reunión e interacción.
La exposición intenta mostrar la evolución urbana de Lima como consecuencia de las nuevas dinámicas culturales. Invita a ver nuestra ciudad como un cuerpo heterogéneo donde coexiste el pasado y el presente, la unidad y la fragmentación, la necesidad y la opulencia, pero sobre todo su carácter dinámico, cambiante y creciente. A través de una instalación volumétrica y multimedia, Chiara sumerge al espectador en un gran dibujo colectivo de la ciudad de Limainvitándole a intervenir en él y haciendo de su acción una obra compartida en la cual asume también su responsabilidad de hacer de Lima una mejor ciudad.
Este año el río Rímac se hizo sentir. Si lo habíamos olvidado o pretendíamos darle la espalda como todos los años, esta vez reclamó ruidosamente su lugar en la ciudad. Y se desbordó, aumentó su caudal, erosionó sus márgenes, se llevó lo que pudo a su paso; una serie de desastres que dejaron al país en afanes de una reflexiva reconstrucción a través de una mejor planificación urbana. A continuación, les presentamos un consecuente concurso de ideas que se coloca precisamente en el cauce del problema.
vía Flickr User: Imperial94 Licensed Under CC BY-SA 2.0
Lima es una ciudad de atmósferas, un reflejo material de los diferentes períodos históricos que se evidencian tanto en su Centro Histórico -declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad- como en los paisajes de sus malecones. Los motivos para visitar la arquitectura de Lima son diversos: es el resultado de una compleja interacción entre la tradición y las múltiples tendencias arquitectónicas consecuentes de su particular historia.
No sólo existen antiguos e históricos edificios, la ciudad presenta una cierta diversidad de arquitectura contemporánea que se manifiesta sencillamente mientras uno recorre sus antiguas calles repletas de balcones, casonas, iglesias y sitios arqueológicos.
Conoce a continuación un listado de 20 sitios que todo arquitecto debe conocer y visitar.