Nada más racional que aprovechar la iluminación solar natural como garantía para mejorar la calidad espacial de los edificios, además de ahorrar energía. La conciencia de la finitud de los recursos naturales y las demandas por reducción del consumo energético han disminuido cada vez más el protagonismo de los sistemas artificiales de iluminación, obligando a los arquitectos a buscar soluciones de diseño más eficientes. Con este objetivo en mente, diferentes operaciones han sido adoptadas para captar la luz natural.
Estos sistemas también pueden garantizar excelentes propiedades espaciales si se proyectan correctamente. Revisa a continuación 5 sistemas indispensables para la iluminación zenital.
Claraboyas Superiores
Establecidas como aberturas horizontales estratégicamente posicionadas en las cubiertas de las edificaciones, permiten la entrada directa de la luz natural a la región interna de la construcción. Comúnmente reciben la aplicación de vidrio translúcido en su cara superior, permitiendo el ingreso de un mayor porcentaje de luz en el espacio. Se deben utilizar con cuidado, ya que tienden a favorecer la ganancia de cargas térmicas en la edificación, aumentando la temperatura interna. Por lo tanto, deben estar estratégicamente posicionadas y proyectadas en lo que se refiere a las dimensiones y materiales sellantes.
Como alternativa al sellado superior, pueden recibir una capa de vidrio laminado o policarbonato, para propiciar la entrada de luz de manera indirecta y dosificar el porcentaje lumínico. Siendo uno de los sistemas de iluminación zenital más empleados, se recomiendan para espacios de menor permanencia, como áreas de circulación, halls o baños, por ejemplo.
Además, las claraboyas permiten generar una gran cantidad de modelos a partir de la variación de diseños, dimensiones y materiales, desde la tradicional apertura sobre la losa hasta modelos tubulares más complejos.
Cubiertas Tipo Shed
Recurrentemente utilizadas en edificios industriales y galpones que presentan cubiertas metálicas, este tipo de lucarnas se configuran como dispositivos a partir de la geometría en diente de sierra de los techos, con inclinaciones estratégicamente dispuestas para recibir determinada cantidad de luz. Usualmente se posicionan en relación a la fachada con menor insolación (sur en el hemisferio sur y norte, en el norte), permitiendo recibir luz natural sin rayos solares directos. En algunos casos, también contemplan aberturas a la ventilación.
Sus variaciones en cuanto a dimensiones e inclinaciones están diseñadas a partir de la necesidad porcentual lumínica del espacio interior, permitiendo una mayor o menor entrada de luz. En este sistema es imprescindible el cierre por marcos de vidrio, impidiendo infiltraciones provenientes de las lluvias.
Tragaluz Tipo Linterna
Conformados por aberturas que sobresalen en relación a la cubierta, pueden aparecer como pequeños techos superpuestos a las cumbreras, creando pequeños salientes vidriados que reciben la entrada de la luz natural por sus dos laterales.
Además de la entrada lumínica, el sistema permite la renovación continua del aire si se utilizan marcos móviles, posibilitando cambios constantes a partir del supuesto de que el aire caliente tiende a subir.
Cúpulas
Las cúpulas y los domos propician un efecto lumínico de mayor alcance en comparación con los casos anteriores. Sin embargo, por las grandes dimensiones asumidas, en la mayoría de los casos tienden a generar grandes cargas térmicas en el interior de las edificaciones, por lo que generalmente se emplean en espacios de corta permanencia, como circulaciones, patios o zonas centrales.
Átrios
Así como las claraboyas superiores, los átrios se abren directamente sobre las cubiertas, en la mayoría de los casos con geometrías piramidales o a dos aguas, construidas con perfiles metálicos y cierre de vidrio. Al contrario de los casos anteriormente citados, esta tipología se recomienda para edificios con un mayor número de pisos, permitiendo el ingreso de una mayor luminosidad sin generar altas cargas térmicas.
Tubos Solares
Así como las claraboyas superiores, los tubos solares se pueden instalar en diferentes tipos de cubiertas, planas o inclinadas. Con una variedad de largos y anchos, pueden ser flexibles o rígidos. La diferencia es que llevan la luz a través de reflexiones, en espacios y cubiertas donde no es posible instalar sistemas como los presentados anteriormente.
Internamente los tubos están revestidos con materiales reflectantes, generando distintas intensidades lumínicas como consecuencia de sus dimensiones y materialidad, y presentando una óptima solución para proyectos industriales y comerciales. Existen además modelos de fibra de vidrio, comercializados especialmente para proyectos con cortas distancias entre el cielo y la losa, como viviendas o edificaciones menores.