La modernización de Bogotá entre 1940 y 1970 captada en reportajes fotográficos urbanos y arquitectónicos, ha sido consignada en diversos libros, revistas y fotolibros de la época, así como también en imágenes de archivos públicos y privados de la ciudad. Todas estas tomas revelan una aproximación intencionada, e incluso crítica, de cómo la arquitectura moderna reconfiguró los centros de las ciudades y puso en relación los nuevos edificios y espacios urbanos con el paisaje urbano existente.
Cuando se trata de analizar el impacto de la fotografía desde la calle, es necesario hablar de Leo Matiz, Armando Matiz y Hernán Díaz. Estos tres fotógrafos han retratado personajes, acontecimientos y la vida urbana de Bogotá. Aquí hemos destacado y seleccionado, dentro de su amplia producción, sus tomas de calles, plazas, cruces y edificios representativos de la ciudad, lugares emblemáticos o anónimos que a través de la fotografía consolidan el patrimonio moderno en la memoria colectiva, y donde la arquitectura y los espacios urbanos son protagonistas de las escenas
En esta edición de Bogotá en la mirada de 10 fotógrafos conoceremos el legado de Armando Matiz:
Nacido en Santa Marta en 1934, Armando fue iniciado en el oficio de la fotografía por su hermano mayor, Leo Matiz. Desde los veinte años comenzó a trabajar como reportero gráfico para el periódico El Espectador. A través de su cámara ha capturado, en blanco y negro y color, imágenes de distintos momentos históricos de Colombia, y fundamentalmente de Bogotá conservadas en el amplio fondo fotográfico en el Archivo de Bogotá.
Su obra se encuentra vinculada principalmente al cubrimiento de los acontecimientos más importantes del país, como la famosa revuelta del 6 de septiembre de 1952, en la cual terminaron incendiados los edificios de los periódicos nacionales El Tiempo y El Espectador a manos de protestantes del Partido Conservador; la visita del Papa Pablo VI en 1968, y la del presidente chileno Salvador Allende en 1971, entre otros.
Su lente también se encargó de capturar el desarrollo urbanístico de Bogotá. En la Alcaldía fue reconocido como “el fotógrafo oficial de Bogotá”, debido a que trabajó como reportero gráfico en la oficina de prensa del alcalde Virgilio Barco, en 1966.
Las fotografías urbanas de Armando Matiz se caracterizan por resaltar la vida de la calle, desde su conformación física (sus bordes, perfiles y paramentos, edificios nuevos contrastados con antiguos de manera casi crítica, o con elementos de la naturaleza y espacios públicos), hasta la apropiación del espacio público por parte de los vehículos y/o de los ciudadanos peatones y donde destacan siempre los edificios modernos conformando el nuevo escenario de la vida urbana de Bogotá.
Agradecimientos al Archivo de Bogotá.