Muchos encuadran la obra de Alvar Aalto en el concepto de Gesamtkunstwerk (una obra de arte total), donde la arquitectura, el diseño y el arte se fusionan completamente. La obra del arquitecto finlandés es pionera en la denominada vertiente orgánica de la arquitectura moderna de principios del siglo XX, que influyó fuertemente en lo que hoy conocemos como arquitectura escandinava. Según su descripción en el sitio web del MoMA: "su trabajo refleja un profundo deseo de humanizar la arquitectura a través de un manejo poco ortodoxo de las formas y los materiales, más bien racional e intuitivo". Sus soluciones para llevar luz natural a los edificios son exaltadas y estudiadas repetidamente hasta la actualidad. Sin embargo, a lo largo de su carrera, un material que siempre ha estado presente es la madera. Desde estructuras hasta techos y banquetas, Alvar Aalto le dio protagonismo a este material natural.
Alrededor de la década de 1930, Aalto ganó un concurso de diseño para construir el Sanatorio de Paimio en el suroeste de Finlandia. En ese momento, la tuberculosis, una enfermedad extremadamente contagiosa, asolaba el país, habiendo causado la muerte de aproximadamente el 10% de la población a principios de siglo. Incluido en un plan del gobierno para construir varios hospitales aislados para tratar a los enfermos, Aalto desarrolló un edificio compuesto por varias láminas interconectadas en ángulos para seguir la topografía, aprovechando el sol e incluyendo enormes balcones. El proyecto fue consistente con el protocolo de tratamiento del paciente, que consistía en proporcionar una buena nutrición y reposo en cama en las primeras etapas de la enfermedad, y luego proporcionar mucho aire fresco y sol. Para esta segunda etapa, el arquitecto decidió desarrollar una silla para aumentar la comodidad de los pacientes en tratamiento. Relativamente baja y larga, la silla se desarrolló en láminas de madera contrachapada, proporcionando comodidad y ligereza, y permitiendo que se mueva y gire hacia el sol. Las ranuras horizontales estrechas cortadas en el reposacabezas permiten que el aire circule por la cara del paciente y la ausencia de acolchado reduce las posibilidades de contaminación. La silla Paimio sigue vendiéndose hoy como un icono del diseño.
Los experimentos de Aalto con madera contrachapada influyeron en nombres como Eero Saarinen y la pareja estadounidense Charles y Ray Eames, pero su uso a mayor escala estuvo influenciado por el contexto en el que vivía el arquitecto. Debido a su topografía y clima, la madera de abedul que crece en Finlandia no permite el uso de piezas tan robustas. Al ser un material muy flexible y elástico, funciona muy bien para crear láminas de contrachapado o madera laminada. Alvar Aalto, junto con su esposa en ese momento, Aino, y otros dos socios, fundaron una empresa que continúa, hasta el día de hoy, vendiendo sus muebles, principalmente en contrachapado, incluyendo el desarrollo de técnicas de curvado sumamente innovadoras para la época.
Dos años después de la apertura del sanatorio, el arquitecto completó la Biblioteca Viipuri en 1935, convirtiéndose en otro hito de su trabajo. Quizás lo más llamativo de este proyecto son las claraboyas que aportan luz filtrada a todo el espacio central y a todos sus detalles. Pero otro elemento icónico es el techo de madera suspendido y ondulado del auditorio. El arquitecto decidió instalar la sala de conferencias en un volumen estrecho y por lo tanto, surgieron una serie de preocupaciones en relación a la acústica. La forma ondulada de la madera fue la solución adoptada para proporcionar una mejor calidad acústica en el espacio, con el fin de dirigir las ondas y absorber parte del ruido.
La solución para el revestimiento ondulado de madera fue utilizada por Aalto en varios otros proyectos. Entre ellos, quizás el más conocido sea en Maison Louis Carre, construida en la década de 1960 en Francia. Pero su trabajo alcanzó su punto máximo en el proyecto Heilig Geist Kirche de 1962, donde el revestimiento de madera del techo desciende hasta el altar, dirigiendo la mirada del espectador hacia el foco central del espacio.
En Villa Mairea, otro proyecto fundamental del arquitecto, los troncos de madera sirvieron para difuminar los límites entre interior y exterior. Con diferentes diámetros y espaciamientos entre ellos, hacen referencia al bosque que rodea la casa. Pero, además de muebles y revestimientos, el arquitecto también utilizó la madera como estructura en algunas situaciones, destacando entre ellos el proyecto para la Casa Experimental Muuratsalo. El interior de la casa contiene un ático elevado que funciona como un estudio de pintura. Este ático se apoya en grandes vigas de madera y pilares de madera, que sostienen el espacio superior. La superposición de piezas y la pericia en los detalles es algo que llama la atención en el proyecto. En la misma finca, se construyó una sauna de madera, fabricado con troncos superpuestos, constituyendo un elemento primitivo frente al resto del proyecto. La robustez y rusticidad de la estructura revelan el estilo del arquitecto, sus líneas modernas y la atención a los detalles.
Se estima que Aalto ha diseñado aproximadamente 500 edificios a lo largo de sus 50 años de carrera, además de varios muebles exitosos. Sus proyectos siempre han estado marcados por la investigación y las transformaciones, partiendo del clasicismo nórdico, pasando por el funcionalismo puro, hasta conquistar el puesto de referencia internacional del Movimiento Moderno, haciendo uso de formas orgánicas y materiales en su estado natural. Su influencia es incluso sorprendente en la obra de varios arquitectos, entre los que destaca Álvaro Siza Vieira y su primera gran obra, la Casa del Té de Boa Nova.
La madera fue omnipresente en todo su trabajo e incluso es difícil trazar una retrospectiva seria en unas pocas líneas. Omnipresente también fue la atención a la resolución de problemas a todas las escalas, sin distinciones. Como señala Nadja Bozovic, "Alvar Aalto se inspiró en la naturaleza y su entorno y se inclinó por utilizar materiales naturales. Solía decir que cada mueble que está en contacto directo con el cuerpo humano simplemente tenía que estar hecho de material natural. Eso era algo con lo que él no podía transar".