
La arquitectura puede fundamentar tanto la sanación como el bienestar, ya sea para mitigar y reducir la transmisión de enfermedades, o simplemente brindar un espacio tranquilo para el consuelo, los edificios de nuestra vida diaria moldean directamente nuestra experiencia. En el caso de la arquitectura de emergencia, los espacios se construyen para abordar problemas de salud y refugio. A medida que los arquitectos continúan repensando los diseños para la vivienda y las necesidades humanas básicas, también han extendido su enfoque al bienestar mental, físico y espiritual.